Los Antiguos Límites señalan que para ingresar a la Masonería el aspirante debe ser “Hombre Libre y de Buenas Costumbres” por lo que dicha frase se interpreta hoy en día en los siguientes rubros:

Hombre: Es decir varón cisgénero.

Libre: mayor de edad con plena capacidad jurídica, que en nuestro país se adquiere a los 18 años, asimismo debe ser autosuficiente lo que implica que adquiera sus recursos económicos por sus propios medios, lo que implica que no dependa económicamente de otra persona, de igual manera debe solicitar el ingreso a la Institución de forma libre y espontánea, no debe se obligado ni coartado por nada, ni por nadie.

De Buenas Costumbres: este requisito incluye la creencia en un Ser Supremo, independientemente de la fe religiosa que se profese. Antiguamente, se exigía adherirse a la fe predominante del país, pero en la actualidad, basta con creer en un Ser Superior. Además, es necesario creer en la inmortalidad del alma. La persona debe ser moralmente íntegra, honesta, honorable, respetuosa de las leyes del país en el que reside, amante y defensora de su patria, y debe gozar de buena reputación.